De la gimnasia artística a la selección de hanball
- Sector Olimpico
- 30 oct 2019
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Todos de pequeños tenemos un sueño: ser famoso, Presidente, veterinario, jugador de fútbol y un sin fin de cosas más, pero hay momentos que la vida te lleva a tomar decisiones que nunca creíste tener que elegir. Micaela Casasola, jugadora de handball en Vélez y representante de la selección argentina , no es la excepción a la regla y por eso nos decía: “Cuando era chica me cambié al colegio de Vélez y hacia gimnasia artística, pero al pasar los años me di cuenta que me gustaban más los deportes en equipo y estaba todo el tiempo con la pelota en la mano. Así que probé, una amiga hacía, me gustó y es el día de hoy que desde los nueve años sigo jugando en Vélez al handball.”

Todo deportista de élite sueña con debutar en la primera de su club, jugar en la selección y posteriormente emigrar a Europa. De los tres requisitos, ya cumplió dos y cree que dentro de unos años, cuando esté más madura podrá cumplir el tercero. “Me gustaría jugar en el exterior, tuve un par de ofertas desde que juego en la selección mayor y también mientras hacía inferiores pero no tan concretas. La verdad es que me lo puse a analizar varias veces y todavía no siento que sea mi momento, no tengo esas ganas de irme a jugar afuera. Acá en la selección entrenamos muy bien, por suerte lo podemos aprovechar, estoy bien con mi club y estoy estudiando, es algo que tengo pendiente para más adelante”, dijo Micaela haciendo referencia a las ofertas internacionales que le han llegado.
Ser un deportista de alto rendimiento incluye también ser extremadamente responsable en los entrenamientos y por sobre todas las cosas en los tiempos libres, es ahí donde se hace muy difícil mantenerse firmes para los atletas que además son amateur. No salir con amigos, privarse de cumpleaños y salidas nocturnas son algunas cosas que Micaela tuvo que dejar pasar a lo largo de su corta vida. “Al handball le dedico si no es todo mi tiempo, la gran parte. Intentamos hacerlo a nivel profesional, es mi prioridad por el momento en el que estoy y a pesar de que estudio y lo hago súper lento, es el momento de dedicarme al deporte y disfruto de eso. Creo que si no te gusta, es muy difícil bancárselo” sentenció Casasola. Además expresó que: “un deportista deja muchas cosas de lado, porque la carrera empieza cuando sos más chico y no podes ir a cumpleaños, no te juntas con amigos y cuando pasas a ser más grande seguir una carrera universitaria se complica, así que dejamos muchas cosas de lado, pero cuando te pones la remera de la selección no hay nada que importe más, vale la pena”.

Ponerse la remera de la selección, una pasión por la que todos alguna vez deberíamos pasar pero desafortunadamente son pocos los que tienen dicho privilegio. Ponerse la celeste y blanca, salir a la cancha, cantar el himno, un ritual por el cual los deportistas pasan y se les pone la piel de gallina. “Todo deportista sueña con representar a su país en algún momento, creo que es una satisfacción muy grande y somos pocos los que podemos vivirla. No se puede explicar en palabras lo que se siente ponerte la camiseta de tu país y escuchar el himno antes del partido, son cosas que quedan grabadas para toda la vida y creo que no hay nada más lindo” dijo la goleadora de Vélez.

Los juegos olímpicos son sin dudas el acontecimiento más importante para el mundo del handball por excelencia y el próximo se disputara en Japón 2022. La Garra todavía no está clasificada porque perdió en el Panamericano la final contra Brasil, pero Mica tiene fe en poder llegar a competir en Japón. “No pudimos clasificarnos porque perdimos la final pero todavía tenemos chances. En marzo del año que viene tenemos un preolímpico para poder clasificar, pero antes tenemos el mundial así que vamos paso a paso para que no nos gane la ansiedad. La preparación es súper intensa, la idea es ir por el mundial, tener buenos resultados y después clasificar a los juegos.”
Nicolás Agusevich
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